“Hoy es con lágrimas de recuerdo de una hermandad huérfana que me despido, diciéndote “Au revoir Monsieur Teto, Bon voyage et Merci”. ” Cedric David
Es con una infinita tristeza que escribo estas líneas.
Se fue Teto, mi maestro: el que me puso en el camino de la música.
Hermano, se entrechocan en mi mente canciones tuyas, charlas nuestras, recuerdos personales, aventuras musicales por cantidad de países y lugares.
Hace justo 20 años, me preguntaste si aceptaría ser tu manager y me cambiaste la vida.
Yo: un francés, ex ejecutivo, productor junior, melómano, buscando su camino por esa Colombia que terminó adoptándome.
Tu: eras ya posiblemente el músico más respetado del pais, no sólo del sector musical, sino de todo el sector cultural, virtuoso guitarrista desde joven, firmado artista de una “disquera mayor” a los 16 años, director musical del grupo “Clásicos de la Provincia” de mister Carlos Vives, apenas tenías 18, luego liderando “la Provincia” cuando grabaron “La Tierra del Olvido”, cuyo compositor Iván Benavides fue tu llave en la aventura de “El Bloque” con el sello “LuakaBop” de David Byrne, y luego con el productor Richard Blair quien nos juntó a los 4 en “Sidestepper” con el sello Palm Pictures de la leyenda Chris Blackwell.
Conectamos, nació una hermandad que nunca terminó; cada vez que nos veíamos, me abrazabas con sonrisa y un “Hola Monsieur” que me encantaba, hablabas un francés perfecto.
Siempre he contado la inmensa suerte de poder vivir esta etapa increíble con ustedes y los extraordinarios músicos y cantantes que nos acompañaron, también la cantidad de dramaturgos, escritores, bailarines, poetas, actores, comediantes que conocí gracias a ti y las solicitudes que nos llegaban, involucrándonos en universos de teatro, danza, moda, televisión, siempre con la imperiosa necesidad de despertar conciencias y con nuestras ganas de mostrar la riqueza cultural del país.
Como olvidar esos jams nocturnos en tu apartamento de la Cande, generalmente improvisados; allí arrancaban pachangas interminables cuyos únicos testigos éramos los presentes, y bueno, posiblemente los vecinos…Tu apartamento se volvió casi como mi segunda casa. Nuestras familias se conocieron.
Cuántas veces me curaste del estrés con tu música. Cuántas charlas interminables con tu entendimiento del mundo y tus acertados reproches sobre la excesiva influencia del occidente en nuestra educación y musicalidad.
Sonamos junto « la cocina » desde donde había que poner los ingredientes para que floreciera la nueva música colombiana, desde allí es que nos conectamos con otro fenómeno de la música colombiana que iba a ser mi otro hermano musical : Jacobo Velez y la mojarra eléctrica.
Contigo compartimos la historia de los grupos Manguala, Nación Ceviche, Rio son, Sidestepper, Mucho Indio, la escuela de Música Era Sonera, sin olvidar cuando lanzamos tu álbum acústico muy personal de cantautor llamado simplemente “Teto” con Guana Records. Esa noche llenamos el Teatro Colón, y al final nos sorprendiste a todos: sacaste la guitarra eléctrica, te pusiste de pie, solo había una luz vertical sobre ti, nos comentaste de las culturas indígenas, la necesidad de rescatar practicas ancestrales y proteger esas músicas, antes de tocar un solo que nunca olvidaré, poniéndonos en un trance de sonidos y ritmos llevándonos a otras esferas espirituales.
Estaba naciendo la semilla de “Mucho Indio”: tu obra maestra, regalo para el mundo, música que nos abre y nos cura la mente, homenaje y entrega a los saberes superiores del hombre auténtico.
La vida siguio , cada uno por su lado, pero nunca nos perdimos de vista.
Cada vez que comentaba de ti a los artistas que llevaba al país, querían conocerte e invitarte a tocar; siempre me daba alegría ver tu felicidad compartiendo en casa y en tarima con Vincent Segal, Amadou y Mariam, Salif Keita, Sargento Garcia y tantos otros que no recuerdo en este momento.
Hasta hace apenas 5 meses, se concretó una invitación para que viajes a Paris con tu llave y amigo, el gran Urian Sarmiento, Juan y Hermes para tocar en el histórico festival “Banlieues Bleues”, y, como siempre, salió un soberbio artículo de parte de uno de los más reconocidos periodistas culturales franceses (Jacques Denis, Liberation). Los grandes con los grandes.
Desde hoy y para la eternidad, vas a poder volar por arriba de los sufrimientos, de los errores y del egoísmo de los humanos terrenales.
Vos fuiste un ser musical, así viviste, así nos iluminaste y lo seguirás haciendo con tu creación.
Anteayer te viniste a despedir, queda entre tú y yo, ha sido un honor y siempre lo será…
Sé que ahora eres libre de cantar y seguir el viento como un pájaro maravilloso, quien seguro sabrá cuando acompañar a tus dos hijas y a tu hijo en su camino, siguiendo las enseñanzas que les dejas.
Gracias infinitas por haberme tenido tan cerca siempre y por todo lo que nos entregas.
Hoy es con lágrimas de recuerdo de una hermandad huérfana que me despido, diciéndote
“Au revoir Monsieur Teto, Bon voyage et Merci”.
Fuente https://www.facebook.com/cedric.david.9655 y autorización para la públicación de Cedric David.